Mi abuela decide que tome la confirmación, elige mi padrino. El era un hombre de piel blanca, cabello negro, robusto, diría gordito, siempre tenia un cigarro en la boca menos cuando iba a la iglesia. Yo adoraba a mi padrino era una persona muy querida, con un monton de ahijados pero yo quería ser el preferido y asi fue. Todos los domingos íbamos a misa, el convocaba a mucha gente y chicos que lo acompañaban. Fue otra linda época, la infancia pasa rápido, me corrijo, la vida pasa rápido. Siempre íbamos a misa de once porque el sacerdote al terminar la misa repartia boyos para todos nosotros (una especia de factura larga) .
No paso mucho tiempo en que mi padrino me dice si quiero trabajar con el en su taller de bicicletas a la salida del colegio, por supuesto le dije que si. Tenia once años y asi deje de jugar porque me creía mas grande que el resto. Aprendi el oficio de bicicletero. No me sirvió en el futuro para nada pero fue lindo porque todas las tardes estaba con el. En realidad era un juego y además ganaba dinero que se lo daba a mi abuela. asi pasaron dos años hasta que decido irme del colegio de curas porque yo tenia dos años mas que el resto de los alumnos, a mi me daba vergüenza. Ademas empece a notar las diferencias de clases, ropas, útiles etc..Entro a la escuela nocturna , no tengo que estudiar nada ya que lo sabia del colegio salesiano y que paso, me enamore de mi maestra. Era la moda de las minifaldas y ella tenia unas piernas para mi espectaculares, casi todos en aula eran mayores que yo, me trataban de chupamedia porque de alguna forma me arreglaba para ir a casa de la docente y como tenia buenas notas era su ayudante, además en su casa había televisión.
Al terminar la primaria quería ganar mas dinero, consigo trabajo mediante mi padre en el primer supermercado de mi pueblo. No duro mucho porque cometi la imprudencia de abrir estúpidamente una bebida alcohólica y me echaron a la mierda. Donde consigo trabajo? En la iglesia del colegio de curas como sacristan. El sacristan es una especie de ayudante que se encarga de que se encuentre todo limpio y ordenado, toca las campanas a una hora determinada, se encarga de la vestimenta para las misas, que no falten hostias y vino (a mi no me gustaba dicho vino). Los libros, el altar etc.. Pero me saturo porque era de domingo a domingo y a mi los sabados me gustaba salir e ir a bailar con mis amigos, sobre todo que en corrientes cada fin de semana hay un festejo. Asi que otra vez al campo, pero las cosas iban a cambiar porque en poco tiempo pasaron a mejor vida el esposo de la hermana de mi abuela(recuerden que era el tio)y la hermana de mi abuela. (o sea mi tio abuelo y mi tia abuela) Quedando al frente del campo los herederos, la sobrina de mi abuela y su esposo al cual no le teníamos mucha estima. Les cuento que dicho señor (El esposo de la heredera) no tenia un peso pero supo conquistar al padre de la novia, cierta vez apareció en una avioneta a la estancia y basto según dicen para que pronto se casaran . De cualquier forma era una persona muy trabajadora, tengo entendido que saco mas provecho que los suegros del campo. Yo tendría alrededor de los dieciséis años cuando decido volver solo a la casa de mi padre para buscar trabajo y poder llevar a mi abuela conmigo, asi fue. Me empleo en un puesto de carnicería del mercado que ahora no existe mas, allí aprendo cosas nuevas, recuerdo que el primer dia me envía mi patrón a repartir carne en bicicleta, yo era tan flaquito que se dio vuelta el canasto con toda la carne, se lleno de tierra imaginen ustedes que les lleve el pedido todo terroso. No se como no me echo. Pero yo tenia trabajo un sueldo y carne gratis todos los días, lo que para muchos en aquella época era un privilegio .Asi traje a mi abuela, alquile una especie de rancho pequeño, solo entraba una cama y por supuesto mi catre para dormir se armaba todos los días, para alumbrarnos teníamos un candil, (con ese candil leia hasta tarde todo lo que cayera en mis manos, ese era mi mayor pasatiempo) el fuego era un brasero .Pero teníamos donde vivir. ( Les cuento que tenia un amigo que sabia tocar solo un chamame, yo era su ayudante instrumental, un truco para estar en cada fiesta los fines de semana, el hecho es que el tocaba su unico tema se levantaba y se iba la gente pèdia otra pero el musico no volvia. Tambien no dejaba de asistir a cada fiesta que se organizaba en el club mas ordinario del pueblo, alli iva pues siempre encontraba alguna chica con la cual salir).
Cerca de los dieciocho años estaba acostado mirando el techo, el piso de tierra desnivelado, las goteras en algunas partes del techo y pienso que ya era tiempo de irme , terminar con esa vida con la que no obtendría nada. Le digo a mi abuela me voy a Buenos Aires, no se que vas a hacer vos, ella me contesto voy donde vos vas. Decidimos vender todas nuestras pertenencias y en breve partir sin avisar que iríamos (si vieron la película RANCHO APARTE asi fue nuestra venida a la capital,(Recomiendo que la vean es un libro de Julio Chavez). Cuantos habran llegado asi a esta maaravillosa ciudad-)
Un dia estábamos comiendo al mediodía con mi abuela, aparece una gitana le dije que no lo podía atender que estaba comiendo, que no tenia dinero, insistió, a cambio me pidió azúcar, jamas olvidare, me leyó la mano y dijo que me iba muy lejos que no podía gastar el dinero que tenia y que jamas volveria, ya van a ver cuanto de cierto hay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario